¿Cómo valorar bien la experiencia vivida en un spa?
En mi último post hablé de los factores que hay que considerar a la hora de elegir un spa. Esta entrada quiero dedicar a la siguiente cuestión: ¿cómo valorar bien un spa? Muchas veces, durante una fiesta o una cena con amigos me doy cuenta de que la gente no sabe bien juzgar sus propias experiencias. Hablando de experiencias vividas en spas el problema tiene según mi opinión dos caras. Una es de los propios spas que no saben comunicarse bien, intentando ser todo para todos, o traer por ejemplo Asia a España. Esa última puede resultar una tarea bastante difícil ya que son dos culturas totalmente diferentes. Pero los consumidores también tienen parte de la culpa intentando mantener la fama de los spas como “artículos de lujo”, alcanzables solo para pocos.
Muchas veces durante las conversaciones puedo observar que a la gente le gustan mucho los spas que tengan una temática relacionada con Asia y piensan que es algo fantástico. Creo que eso tiene mucho que ver con la fama que tienen los spas asiáticos, conocidos por su alto nivel de lujo y una hospitalidad exquisita. Esa puede ser la razón porque la gente ya de vuelta en España quiere revivir esa experiencia. Pero no hay que olvidarse que no es tan fácil ofrecer en un spa fuera de Asia la misma experiencia, ya que hablamos de dos culturas diferentes. Además hay otro factor que hay que tener en cuenta: cuando la gente disfrutaba de los spas en Asia estaban de vacaciones, con unos paisajes del sueño, todo les pareció aun más bonito ya que estaban desconectados, con la mente relajada, impresionados por esa cultura desconocida de la hospitalidad. En Europa nunca vamos a disfrutar de la misma hospitalidad como en Asia y no estoy hablando aquí solamente del sector del spa sino en general. Uno debe ser consciente de esto y entenderlo. Aunque la experiencia que vivimos en un spa está basada en nuestros sentidos es importante tener al mismo tiempo también una mirada más objetiva a la hora de valorar un spa.
Como mencioné en mi último post uno no se puede ir al bar de la esquina y esperar un servicio de 2 estrellas Michelin. Hay que tener claro qué tipo de experiencia queremos vivir en un spa, y dependiendo de esta experiencia podemos ver si el trato y tratamiento recibido estuvo en acorde con lo que buscamos y con el precio que pagamos.
Hay algunos puntos claves que una vez que estamos en un spa podemos valorar:
La limpieza de las instalaciones
Sea un spa urbano del barrio o un spa en un hotel de cinco estrellas, la limpieza es un factor primordial. Es importante que toda la instalación, incluyendo cabinas de tratamientos, vestuarios, áreas comunes, zonas de fitness etc. esté limpia ya que la limpieza es el escaparate de cada spa. Puede que un centro tenga el más lucrativo cuenta de resultados pero si no están interesados en mantener la limpieza en el centro, tarde o temprano sufrirán las consecuencias. No olvidemos que es un factor que revela mucho sobre la dirección, el dueño etc. De mi propia experiencia como directora de un spa puedo decir que el hecho de cómo dirijo mi personal dice mucho de mí. Si por ejemplo mi personal encuentra basura en el suelo pero no se repara en cogerlo, nos enfrentamos a un problema grave, porque es una cuestión que revela mucho sobre su profesionalidad y sus aptitudes como team-players.
Nuestra experiencia como clientes
Si durante nuestra estancia en un spa todo fue como una seda desde el primer momento que entramos por la puerta hasta que salimos podemos hablar de haber vivido una experiencia agradable. Es importante tener la sensación que los diferentes departamentos funcionen bien y no tener la sensación de estar perdidos en ningún momento. Saber que va a pasar es siempre tranquilizante y hace que nuestra estancia sea más confortable.
Atención al cliente
Una buena atención al cliente es esencial independientemente del tipo de spa en que estamos. ¿Nos trataron bien? ¿Intentaban averiguar nuestras necesidades? ¿Nos trató bien el recepcionista y el terapeuta? ¿Nos han hecho rellenar un formulario sobre nuestra experiencia? El formulario siempre es un buen índice de que el spa cuida bien sus consumidores y quiere averiguar nuestra opinión sobre el tratamiento recibido y la experiencia vivida. Es también importante que el spa, una vez que tenga los formularios, los evalúe y trate de mejorar si hace falte.
El tratamiento recibido
Es responsabilidad de cada terapeuta hacer sentir cómodo al cliente explicándole que es lo que va a pasar, explicar el tratamiento y responder las preguntas que puedan surgir. Es importante tener la sensación de haber recibido un tratamiento excelente, y que durante el tratamiento el terapeuta había respetado nuestra modestia e intimidad en cada momento. A veces nos sentimos cómodos con el terapeuta, a veces no, es pura cuestión de energía y química. Esto no significa necesariamente que hayamos recibido un mal tratamiento solo que nuestras energías no estaban sincronizadas.
Los productos ofrecidos
Para muchos clientes a les que cuesta pagar un tratamiento el hecho de que después de un masaje le querían vender un champú resulta incomodo. La venta de los productos no debe ser muy agresiva, más bien informativa, teniendo siempre en cuenta las necesidades de cada cliente. Es una buena señal si nos ofrecen muestras para probar antes de comprar el producto para saber si nos va bien o no. También es importante que las muestras sean personalizadas según el tratamiento escogido y nuestras necesidades, es decir productos que de verdad queremos probar.
¿Volver o no volver?
Estos han sido algunos factores que podemos considerar a la hora de valorar un spa. Pero queda una pregunta, la última y más importante: ¿volveríamos al spa? Es una pregunta simple y en caso de haber tenido una experiencia buena la podemos responder sin pensarlo un minuto. Eso significaría que tuvimos una experiencia agradable, recibimos un buen tratamiento y que, y eso es lo más importante, volveríamos siempre que podamos al spa elegido.