Unas terapias que encontramos en los spas: la sauna y el baño turco
Las terapias que nos ofrece un spa podemos dividir en cinco grupos principales: terapias de calor, frío, agua, tacto y relajación. Las terapias de calor, como son la sauna o el baño turco nos hacen sentir calor en el cuerpo a causa de las distintas temperaturas. El frío se usa para estrechar la piel y músculos logrando así un lifting, con terapias como la sala fría (frigidarium) o el chorro de agua fría. La hidroterapia es el uso terapéutico del agua, sea agua del mar, termal, dulce o para beber. El jacuzzi, los baños o la terapia Kneipp son unos ejemplos. Las terapias de tacto son los masajes, envolturas y las de relajación la meditación, el tepidarium, como las terapias de sonido o color, por mencionar solo algunas.
En los próximos dos posts quiero hablar de dos terapia de calor que todos conocemos pero merecen la pena conocerlas mejor. Son la sauna y el baño turco. Hoy empezaré con la sauna.
La sauna seca
La sauna seca es de origen finlandés. Las primeras saunas de madera fueron construidas en el siglo V o VIII. Tenían una chimenea donde se calentaban las piedras de las rocas a una temperatura alta, regándolas con agua para obtener una sensación de calor aun más sofocante. El uso de sauna significaba también limpiar y refrescar la mente y rejuvenecer. El baño de sauna formaba parte del día a día, y siendo entonces uno de los lugares más limpios, las mujeres solían dar a luz allí.
Hoy en día, el interior de la sauna está cubierto de madera, calentado por leña o electricidad, y la temperatura oscila entre 70-100ºC, según nuestro gusto y experiencia. Aunque en la sauna haya una temperatura muy alta, se puede disfrutarlo porque la humedad es muy baja, a contrario de los baños turcos que tienen una humedad relativa de casi 100% pero una temperatura mucho más baja.
¿Cómo tomar una sauna?
Es recomendable esperar por lo menos dos horas después de comer antes de ir a la sauna. Para los que no estén acostumbrados al calor es mejor empezar con unas temperaturas moderadas y dejar que el cuerpo se adapte poco a poco a las temperaturas más elevadas. Para ellos un único ciclo de calentamiento y enfriamiento es óptimo, pero en general no es recomendable hacer más de 2 o 3 ciclos, como mucho 2 o 3 veces a la semana. Es importante quitar joyas, reloj y llevar en general lo menos ropa posible para no reducir el flujo de sudor.
Es importante realizar la sesión con tranquilidad y calma. Antes de entrar a la cabina el primer paso es ducharse con agua caliente. Después disfrutar la sauna durante 10 o 15 minutos a temperatura máxima, dependiendo del gusto. Utilizar una toalla para sentar o tumbarse, por cuestión de higiene y para no quemarse la piel. Es importante no quedarse dentro más de unos 20 minutos y enseguida tomarse una ducha fría, o darse un chapuzón en la pileta de agua fría. Antes de entrar otra vez a la cabina es recomendable esperar 10-15 minutos para que el cuerpo recupere su temperatura lentamente. Cuando terminamos la sesión, la última ducha debe ser primero caliente luego más fría para cerrar los poros de cuerpo. Al terminar es recomendable relajarse durante 20 minutos, beber algunos vasos de agua, tomar fruta y aplicar una crema hidratante.
Los beneficios de la sauna
Los beneficios generales de la sauna son la desintoxicación de la piel, mejoría en el flujo sanguíneo y limpieza de las vías respiratorias.
Hay que tener en cuenta las dos fases de la sesión, que son el calentamiento y el enfriamiento. El calor hace que la temperatura corporal alcance los 40 ºC, lo que produce una sudoración fuerte. Los beneficios de esta fase son la relajación muscular, limpieza del organismo, el aumento de la circulación sanguínea mientras en la frase de enfriamiento la temperatura corporal se normaliza acompañado con una estimulación psíquica.
La sauna está indicada para los siguientes problemas: estrés, dolores reumáticos, desintoxicación, problemas con el descanso nocturno, mejora el sistema respiratoria, especialmente indicada para fumadores, y mejora los trastornos de menopausia.
Contraindicaciones
Aunque la sauna en sí es muy recomendable para tratar diversos problemas, también hay que tener precaución en su uso en caso de padecer problemas de piel, como eczema severa, enfermedades cardiovasculares, los primeros meses de embarazo, fiebre, tensión alta o baja, epilepsia, enfermedades inflamatorias internas y tumores entre otros.
En el próximo post hablaré del baño turco y las diferencias entre la sauna seca.