Beneficios del Masaje: Refuerza el Sistema Inmunológico

Como les he ido indicando a través de esta serie de entradas, los masajes no solo son útiles para relajarnos sino también para mantener una buena salud. La semana pasda vimos como esta terapia mejora la circulación sanguínea y hoy hablaré de otro sistema que, en muchas ocasiones, va íntimamente ligado: el sistema inmunológico.

El sistema inmunológico se encarga de defender al cuerpo contra las infecciones (bacterias, virus, sustancias ajenas al organismo, etc.) formando linfocitos y células plasmáticas, pero también purifica y evacua; además, junto a los sistemas circulatorio y linfático asegura el drenaje de los tejidos: recoge el agua que sobra de nuestro cuerpo, absorbe las disoluciones coloidales (proteínas, grasas, etc.) que no fueron absorbidas por otros sistemas.

Sabemos que estamos constantemente expuestos a bacterias y virus y que estos pueden provocar enfermedades infecciosas, respiratorias o urinarias. Algunos tenemos una constitución más débil, otros, sin embargo, no muestran señal alguna de debilidad en su salud. También enfermedades como las alergias, fatiga, artritis, etc. pueden darnos una idea de la resistencia o debilidad de nuestro sistema inmunológico.

Desarrollados en los años 30 por el doctor danés, Emil Vodder, los drenajes linfáticos refuerzan este sistema y son muy eficaces entre otros motivos debido a que la membrana de los vasos linfáticos es muy fina y contiene pocos elementos musculares, por lo que incluso el masaje más suave y ligero va a tener un impacto en la circulación linfática. El masaje provoca algo similar a lo que sucedía con la circulación venosa que veíamos en la entrada de la semana anterior: los tejidos se vacían y se absorbe el líquido sobrante y los desechos tisulares. Este efecto puede favorecer la salida de sustancias tóxicas y ajenas cuando exista alguna lesión en la zona, lo que contribuye a la desaparición del edema y a una curación más rápida.

Pacientes con cáncer de pecho, leucemia, bulimia o que portan el virus del sida, han mejorado su sistema inmunológico y sus funciones neuroendocrinas tras recibir sesiones de masajes. Sus efectos positivos han quedado demostrados en varios estudios.

El profesor de psicología y psiquiatría, Gail Ironson, de la Universidad de Miami, ha dirigido estudios donde se investigó el impacto que la terapia de masaje tiene en el sistema inmunológico verificando un aumento de serotonina y células nulas, que son primordiales para la defensa del sistema.

Sesiones regulares de masajes son especialmente útiles para aquellos que sufren enfermedades comunes como resfriados o gripes, ya que los masajes administrados en el abdomen ayudan a aliviar los estreñimientos y a la apropiada eliminación de líquidos, que a veces producen este tipo de dolencias.

También muy recomendados para quienes tienen vidas sedentarias, no hacen ejercicio con regularidad o necesitan reducir hinchazones. Obtienen resultados muy positivos cuando se usan para tratar problemas respiratorios, de piel, celulitis o para gente que tiene poca vitalidad y niveles de estrés muy altos lo cual suele conllevar a una mayor tendencia a caer enfermos. Hay muchos más beneficios a la hora de reforzar nuestro sistema inmunológico y linfático, entre ellos: se reducen edemas en las extremidades (brazos y piernas), permite una recuperación más rápida del cansancio y músculos doloridos, enfermedades, amplía la retención de nitrógeno, fósforo y azufre, destinados a reparar los huesos. Así cuando la circulación linfática se reduce, la regeneración de células es menos eficaz lo que provoca un descenso de oxigenación celular y de regeneración de tejidos.

Es siempre importante recordar que la terapia utilizada con el masaje es un perfecto complemento en una rutina de ejercicios y gimnasia y con una dieta equilibrada y saludable. Así mantendremos nuestro sistema inmunológico resistente y en las mejores condiciones.